*Las calles lucieron desoladas al igual que el centro de la capital nayarita 

Por: Mildra Benítez Robledo 

Tepic, Nayarit.- Por fin llegó el día, aquel que, el 11 de julio de 1991 el conductor del noticiero principal del "Canal de Las Estrellas", Jacobo Zabludovsky, mientras narraba el eclipse solar de esa fecha, recordaba que el siguiente sería en el 2024. Era un hecho, habían pasado ya, más de 30 años. 

Con días de antelación el gobierno del Estado a través de las dependencias de Educación, informó la suspensión de clases, quizá fue por eso que algunas de las avenidas con más carga vehicular, entre estas, Colosio, México, P. Sánchez, Independencia y Allende, prácticamente lucieron desoladas, al igual que el mismo centro de la capital nayarita, cuya Plaza Principal tuvo poca gente en comparación a un día normal. 

Las paradas del transporte público, como la de la "Plaza Antigua", presentaron muy poca actividad, pues ni siquiera se habían apostado en este lugar los comerciantes de tamales, frutas y tacos de canasta, como tampoco hubo muchos usuarios, ni gran número de unidades prestando el servicio, lo que pudo significar que la gente siguió las instrucciones y prefirió seguir el eclipse resguardados en sus hogares. 

Pese a que los Servicios Meteorológicos pronosticaron un poco de nubosidad, lo cierto es que afortunadamente el cielo estuvo despejado en la ciudad. El sol abrazador quemaba la piel, incluso mas que otros días. 

A las 9:30 horas la tranquilidad de la plaza frente a Catedral, cuya remodelación les parece a los tepicenses que seguirá, como dice la Biblia "Por los Siglos de los Siglos",  fue interrumpida por la sirena de la ambulancia de Protección Civil Municipal y por el megáfono del personal de la instancia, mediante el cual se solicitaba a la ciudadanía evitar mirar el sol directamente sin lentes adecuados, así como también mencionaron algunas otras recomendaciones. Esta labor que duró hasta que culminó el fenómeno, se realizó en varias plazuelas de Tepic en donde la afluencia era escasa. 

A las 9:50 horas aproximadamente comenzó la magia y sentada en una de las jardineras que se ubican frente al Hotel Fray Junipero, una mujer bajita, de piel morena que suele pedir dinero "pa' un taco" se encontraba muy emocionada, tanto que al parecer, decidió detener su actividad, para observar este espectacúlo, seguramente el último de esta clase en su vida. Ella, con su cabello blanco y rostro arrugado, luciendo una blusa roja y falda floreada un tanto desgastadas por el pasar de los años, disfrutaba mirando al cielo con sus lentes bien puestos, los mismos que una hora antes personal de Protección Civil le proporcionó y que en un gesto de generosidad los prestaba a quien se los pedía, generosidad que no pudieron replicar esos cuatro adultos mayores de porte elegante y muy bien vestidos, quienes le negaron los suyos a una joven que se les acercó con la intención de que le permitieran ser testigo de tan "cacareado" acontecimiento. 

Poco después de las 11:00 horas, mientras que algunos curiosos estaban colocados bajo los árboles, mirando  el suelo, tratando de ver el eclipse reflejado por las hojas, el bloqueo del disco solar que fue apreciado por la anciana y por quienes tenían consigo los lentes especiales, llegó a su punto mas alto con 96.8 por ciento. Es de mencionar que aunque no se tuvo un obscurecimiento total el fenómeno pudo apreciarse lo suficientemente bien y para ser sinceros, quienes estuvimos en la calle, aún sin mirar el sol directamente, sentimos cansancio  y ardor en los ojos, malestar que confirmaron varias personas y que algunos atribuyeron, según a la radiación, sí,  es que como decía el meme, en este día todos eran astrónomos. 

Tras el término del eclipse que según la astrología representó el cierre de ciclos y con el ritual adecuado hasta prometía riquezas y atraerles el amor de su vida a todos aquellos "salados" que ni con "amarres" han logrado tener pareja, la ciudad seguía en calma y se percibía como esos domingos en donde nada suele pasar, en donde pareciera que, por unas cuantas horas,  se hubiera detenido el tiempo. 

Así como se narró y se recordó el eclipse de 1991, seguramente tambien sucederá lo mismo en 2052 con el de este año, pues en dicha fecha, es decir, en 28 años más, México volverá a ser sede de este regalo de la naturaleza   que abre y fomenta vocaciones científicas y tecnológicas entre los jóvenes.

Como dato adicional el Secretario de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), Iván Girón, señaló que este evento histórico, fue apreciado por su equipo,  desde las preparatorias de Tecuala y Acaponeta en donde se instalaron telescopios y se hicieron talleres para niños sobre este espectáculo astronómico.